Bienvenido

Bienvenido al blog de Carmen y Miguel Ángel, donde te contaremos experiencias en nuestro camino hacia la salud a través de la alimentación. Te hablaremos de la macrobiótica, te contaremos cómo preparamos nuestras recetas, te enseñaremos propiedades de algunos alimentos y en general, compartiremos contigo todo aquello que gire en torno a ser más felices a través de esta filosofía de vida.

miércoles, 4 de enero de 2012

Porqué la macrobiótica evita ciertos alimentos


El alquimista Paracelso enunció allá por el año 1564 la primera definición de la ciencia de la toxicología de los alimentos:  "Todo es veneno. No hay nada que no lo sea. Solamente la dosis hace a una cosa que no sea venenosa. Así cualquier alimento y cualquier bebida que se tome en cantidad mayor que dicha dosis es un veneno". Esto parece chocar frontalmente con la percepción que tenemos en nuestra sociedad moderna donde todo pasa "estrictos controles de calidad" y por lo tanto, cualquier cosa que comamos podemos tener la seguridad de que no nos afectará a la salud, nos dicen. Pero...  ¿te pide el cuerpo en ocasiones descansar después de comer? ¿te sientes falto de energía cuando llevas una dieta vegetariana?¿te sientes pesado tras una comida de empresa?

Pues bien, la macrobiótica va mucho del efecto de lo que comes en tu cuerpo. Si comes equilibrado, compensando alimentos yin y yang que no sean extremos, provocarás en tu cuerpo una sensación distinta a si comes de cualquier otra forma. Si tomas mucho yin o mucho yang estarás desestabilizando tu organismo al tomar demasiado de un conjunto de alimentos y por lo tanto lo estás poco a poco "intoxicando", y cuando intoxicamos al organismo, comienzan los problemas. Si estás muy yang tu cuerpo comenzará a sufrir las tensiones y sobrecargas en hígado y riñón, retenciones de líquidos, obesidad o problemas circulatorios o respiratorios. En cambio si estás muy yin tu cuerpo se desmineralizará, te darán gases, diarrea, frío en el cuerpo o alergias.

Pero la macrobiótica no se queda en el cuerpo, sino que nos enseña que lo que comemos, al afectar a nuestro organismo, afecta a cada uno de nuestros órganos, entre ellos el cerebro, y con ello a nuestras emociones y pensamientos. Si te alimentas demasiado yin te volverás pasivo, victimista, depresivo, falto de concentración y de vitalidad. Si te alimentas demasiado yang te volverás agresivo, impaciente, controlador, tenso, violento, cerrado e insensible.

Por tanto, cuando te preguntan ¿puedes tomar tomate?¿por qué el tomate es malo? ¿por qué evitas la carne? o te dicen que lo que hablas son tonterías porque nadie se ha muerto por comer patatas, piensas en explicar en qué consiste todo esto, en cómo se afina nuestra maquinaria cual coche de lujo con su aceite especial y sus recambios perfectos. Pero muchas veces tenemos la razón nublada por intereses externos a nosotros que nos inculcan que consumamos, no siendo la comida una excepción, y así es muy difícil entender la realidad. Nos incitan a que probemos los nuevos productos que aparecen en el supermercado cada día, que compremos esos maravillosos alimentos nuevos pensados para nosotros a través de una ingeniería moderna que se adelanta a nuestras necesidades y nos previenen de enfermedades que ellos mismos están provocando. Todos estos alimentos son extremos y por tanto hay que evitarlos para poder tener un organismo sano. Al final todo es mucho más sencillo,  en el equilibrio está la virtud, y la salud.






1 comentario:

  1. Hola!!

    Me gustaria preguntarles que alimentos son recomendables para regular las hormonas? para apoyar la caída de cabello y falta de mestruación.
    y me gustaria saber como lleva la macróbiotica el tema de la soya?

    ResponderEliminar