Bienvenido

Bienvenido al blog de Carmen y Miguel Ángel, donde te contaremos experiencias en nuestro camino hacia la salud a través de la alimentación. Te hablaremos de la macrobiótica, te contaremos cómo preparamos nuestras recetas, te enseñaremos propiedades de algunos alimentos y en general, compartiremos contigo todo aquello que gire en torno a ser más felices a través de esta filosofía de vida.

lunes, 30 de abril de 2012

Los trucos para adelgazar que realmente funcionan



La industria, los medios, los rumores, las modelos.... uno ya no sabe a quién echar la culpa de todas esas dietas milagro que no sólo no nos adelgazan sino que además agreden nuestra salud. Es tiempo de hacer una llamada al sentido común y de dar a conocer de una vez por todas cuáles son las pautas que funcionan en adelgazamiento y que de hecho la mayoría de artistas siguen, llegándose a gastar varios miles de euros en clínicas especializadas donde se aplica la filosofía de la medicina de Extremo Oriente. Las pautas están aquí, feliz operación bikini.

Dada la cantidad de desinformación que hay por todas partes en relación al adelgazamiento, es necesario fijar las bases de una alimentación baja en calorías, sostenible a largo plazo, placentera y sobre todo, saludable. En primer lugar quiero decir que estar extremadamente delgado no es estético, y que no escribo estas pautas para contribuir a esa especie de obsesión social que hay por parecer un palillo de dientes. Escribo esto para personas maduras y conscientes de su salud, que siendo objetivos en lo posible, hayan decidido tomar las riendas en este asunto.

He observado el régimen macrobiótico durante 4 años y mi peso ha ido descendiendo gradualmente hasta lograr el equilibrio en un IMC de 19, aunque la evolución de mis emociones hacia la comida ha jugado un papel fundamental. Haciendo ejercicio he conseguido modelar mi cuerpo, pero no perder volumen significativamente. Uno de los mitos que hay sobre este tema es que si nos pasamos con las calorías después lo podremos compensar haciendo deporte, pero la actividad física que hay que hacer para quemar lo mas mínimo hace que este tipo de mentalidad nos encierre en un círculo vicioso de impotencia y ansiedad. Lo mismo ocurre con las dietas demasiado bajas en calorías, nos abocan al fracaso.

1. Los cereales integrales (hidratos de carbono complejos). Nuestra dieta se debe basar al menos en un 50% de ellos, los vamos a asimilar lentamente, van a darnos energía bastantes horas y no nos van a producir la ansiedad por atracar el frigorífico que se produce comiendo con una ensalada o frutas. Además, los vamos a masticar muy bien para facilitar la tarea al estómago y digerir la comida sin darnos cuenta ni tener sueño. Hay mucha variedad donde elegir, yo los recomiendo ecológicos: arroz integral, mijo, quinoa, trigo sarraceno, cous cous integral, polenta, kamut, avena, espelta, bulgur, etc. Evita las harinas y horneados, suben los niveles de azúcar rápidamente. Mejor tomar el grano de cereal entero.

2. Comer de 3 a 5 veces al día. Así hacemos que la carga de comida que recibe el estómago sea menor, y por tanto irá disminuyendo tu tamaño progresivamente. Es importante también para esto masticar mucho (porque avanzará la sensación de saciedad), quedarnos al 80% (porque cuando el estómago envía esa señal todavía hay comida por digerir en el esófago) y comer muy relajados, sin distracciones. Uno de los trucos para conseguir comer lento es usar palillos chinos, te obligarán a coger porciones pequeñas de comida cada vez.

3. Revisa tus sentimientos. Si te vas directo a por el chocolate de la despensa cuando estás triste, estresado o falto de cariño, definitivamente estás perjudicando tu cuerpo por culpa de tus impulsos más primarios. Revisa tus antojos, dicen que el azúcar es tan adictivo porque cuando llorábamos siendo bebés nos intentaban calmar tomando el pecho, y la leche materna tiene un sabor ligeramente dulce. La filosofía de la medicina de Extremo Oriente coloca el azúcar como un extremo YIN, aproximándose energéticamente a las drogas que comúnmente conocemos. Se ha demostrado que es tóxica para el cerebro y probablemente haya contribuído a la cantidad de desórdenes nerviosos que están padeciendo las personas mayores, como el alzheimer. No pretendo que racionalmente evitéis tomar azúcar, porque las emociones son por suerte o por desgracia demasiado poderosas, pero evita endulzarlo todo químicamente, usa el deporte como terapia, observa la naturaleza relajadamente, comparte más tiempo con las personas que te hacen sentir bien, sé más cariñoso, medita, escucha música… en definitiva, endulza tu alma y tu espíritu, y verás como sólo en casos puntuales el cuerpo te pide dulce. Entonces busca la stevia y las melazas de arroz o de cebada.

4. Imagina que eres una botella de aceite. Piensa por un momento qué le pasa a una botella de aceite cuando la metemos en el frigorífico. Se vuelve más densa y sólida, ¿verdad? Ahora piensa que nuestros cuerpos son como esa botella. Si está caliente por la acción del ejercicio moderado, la temperatura ambiente o lo que ingerimos, vamos a favorecer que las reacciones químicas que producen la quema de grasa se produzcan con más facilidad, mientras que si llevamos una vida sedentaria, vivimos en un clima frío y comemos muchas ensaladas, frutas y alimentos fríos, estaremos haciendo que las grasas se fijen y solidifiquen, estaremos facilitando tener celulitis. Con esto no quiero decir que no haya que tomar verduras y frutas, sino que debemos tomarlas lo suficientemente cocinadas y calentitas. Por ejemplo, se puede tomar de vez en cuando y entre horas un poco de fruta a la plancha, al vapor, al horno, en compotas...

5. Cena temprano. La mayoría de calorías que consumas antes de irte a dormir se acumularán como grasa, y no descansarás igual de bien. De noche nuestro cuerpo se vuelve más lento en todas sus funciones y a penas necesita energía, así que intenta cenar a las 19h. como muy tarde y si antes de dormir vuelves a tener hambre toma una tortita de espelta o arroz por ejemplo con unas gotas de tamari o gomasio. También puedes picar trocitos de algas, el gran descubrimiento culinario y nutritivo de los últimos años.

6. Sustituye las proteínas animales totalmente o casi totalmente por legumbres y proteínas vegetales (seitán, tofu y tempeh). No es sólo cuestión de grasa, sino de mala calidad de las carnes que se suelen encontrar, maltrato animal, hormonas, acidificación de nuestra sangre y un largo etcétera que gracias a internet hoy puede conocer todo el mundo. Otro dato: la OMS reconoció en 2001 que podríamos vivir perfectamente sin consumir animales, y parece ser que las sociedades que no los consumen viven con más paz entre ellos y sufren menos enfermedades de las que normalmente nos afectan en Occidente.

7. No abuses del agua, bebe la que te pida el cuerpo, ni más ni menos. No uses demasiada sal tampoco. En ambos casos, tus riñones te lo agradecerán. A pesar de lo que la industria del agua embotellada nos quiera hacer creer, nuestros riñones tienen una vida útil, como el resto de nuestro cuerpo, y si abusas del agua se verán obligados a trabajar más, y por tanto durarán menos. El agua es importante para eliminar las toxinas de la carne y otras porquerías que sin querer comemos con los alimentos procesados, evítalos y le harás un favor a tu cuerpo, ahora y en el futuro.

8. Pasa de lácteos, además de la grasa que contienen cada vez son más los afectados por alergia a la lactosa o a la caseína. La leche de vaca está hecha para los terneros, y si supieras las condiciones en las que tienen a las vacas para extraerles leche continuamente no querrías volver a ver un queso en tu vida…

9. Más información. Si cuando pongas en práctica éstos consejos te encuentras lleno de energía y de salud en general, y quieres continuar sabiendo qué es lo que nuestro cuerpo realmente necesita, te recomiendo que sigas investigando por tu cuenta sobre la gran vida macrobiótica, mi libro preferido es Macrobiótica Zen, de George Ohsawa.

10. Echando mano de la fitoterapia, se puede hacer una infusión detox con cucharaditas pequeñas de semilla u hoja de cardo mariano, diente de león, ortiga verde, equinácea, zarzaparrilla y regaliz. También puedes usar Ultraslim Formula, que contiene Caralluma Fimbriata, una planta que se consume en la India capaz de reducir la asimilación de calorías, reduce el apetito, favorece la quema de grasas intra-abdominales y dificulta la formación de nuevos depósitos de grasa; también lleva Garcinia Cambogia, Té verde y L-Carnitina. Recomiendo asimismo la acupuntura para calmar la ansiedad y la fitoterapia china. 

La fórmula a elegir depende de cada uno, pero es importante partir de unas bases firmes y lógicas para conseguir resultados.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Nos encantan los dulces


Os voy a confesar una cosa: he sido una golosa empedernida. Me encantaba atiborrarme de dulces azucarados y no podía resistir la tentación de tomar un poco de chocolate cuando me levantaba de la siesta, por ejemplo. Además, he sentido remordimiento al comprarlos y comerlos cuando veía que me sobraba algo de peso. Siempre he pensado que era la doble cara de ser afectuosa, y he notado que muchas personas cariñosas a las que adoro, están locas por los dulces industriales también.

Hoy sabemos que el azúcar es considerado por muchos una droga, pero al escuchar esto por primera vez nos volvemos un poco escépticos. Cuando consumimos azúcar ocurren dos procesos:

1. Nos produce reacciones placenteras en el cerebro (dopamina) y nos relaja, así que nos sentimos atraídos por comer dulces cuando nos sentimos estresados, tristes o frustrados. Y cada vez que lo hacemos, se produce un deterioro mental, sobre todo en los niños, que están desarrollando rápidamente sus conexiones neuronales, causando problemas de atención, pérdida de memoria, y a la larga favoreciendo enfermedades degenerativas como el Alzheimer.

El azúcar es considerado en Macrobiótica como un extremo yin, es decir, su consumo nos produce a nivel mental estados depresivos, pasividad, cansancio, falta de vitalidad, debilidad, etc. Lo cual nos invita a volver a consumirlo una y otra vez para sentir ese falso y breve estado de placer.

Uno de los mitos de nuestra “moderna sociedad” es que nuestro cerebro necesita azúcar para funcionar. Lo que la industria llama azúcar es casi siempre azúcar refinado, de rápida asimilación, que produce todo lo que hemos comentado. En el mejor de los casos se referirá a hidratos de carbono simples (arroces blancos, pastas blancas, etc.). Pero los médicos saben que los azúcares que nuestro cuerpo realmente necesita son los que provienen de hidratos de carbono complejos (integrales, de cadena larga), esto hace que su asimilación sea más lenta, no sobrecargan el páncreas y producen una energía estable tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente.

2. Además, hay un aumento de desechos que se acumulan en las células, entorpeciendo su funcionamiento y envejeciéndolas prematuramente. Esto causa daños en numerosos órganos, especialmente en páncreas, hígado, y como hemos mencionado, en el sistema nervioso. 
El consumo de azúcar (yin) favorece la acidificación de la sangre y por tanto su desmineralización, obesidad, diabetes, alergias y problemas de piel.

Nosotros necesitamos tomar dulce, una cosa no quita la otra. Este dulce natural que necesitamos se encuentra en cereales integrales, verduras y frutas, y para que podamos apreciarlo, debemos dejar que nuestro paladar descanse de los dulces fuertes.

En la próxima entrada os contaré factores que nos incitan a tomar dulces, como la monotonía en la cocina, y cómo podemos preparar deliciosos postres sin usar azúcar refinado.

Por cierto, os recuerdo que el lunes 5 de marzo será el primer taller gratuito en Málaga sobre Macrobiótica, estais todos invitados!

martes, 21 de febrero de 2012

Primer Taller de Macrobiótica en Málaga



Estamos preparando el primer Taller de Macrobiótica en Málaga para el próximo mes de Marzo.

Carmen Dugo hará presentaciones gratuitas sobre macrobiótica en la Tetería el Harén los lunes 5 y 12 de marzo de 17h a 18h. Si ya te interesa la macrobiótica o al asistir a estas presentaciones te interesas y quieres aprender más, podrás apuntarte al Primer Taller de Nutrición Macrobiótica en Málaga el día Sábado 17 de Marzo de 2012 de 10h a 14h.  El taller se celebrará en Huelin, en el Centro el Yacimiento.

Para inscribirte, llama al Club Calidad de Ser, al teléfono 677589017 o escribe un correo a contacto@calidaddeser.es. El precio del curso es de 45€.


Direcciones:
  • Tetería el Harén, C/Andrés Perez, 3 en el centro de Málaga.
  • Centro el Yacimiento, en C/Mendoza, 20 junto al paseo marítimo de Antonio Machado.


Bienvenid@ a tu nueva calidad de vida.

miércoles, 4 de enero de 2012

Porqué la macrobiótica evita ciertos alimentos


El alquimista Paracelso enunció allá por el año 1564 la primera definición de la ciencia de la toxicología de los alimentos:  "Todo es veneno. No hay nada que no lo sea. Solamente la dosis hace a una cosa que no sea venenosa. Así cualquier alimento y cualquier bebida que se tome en cantidad mayor que dicha dosis es un veneno". Esto parece chocar frontalmente con la percepción que tenemos en nuestra sociedad moderna donde todo pasa "estrictos controles de calidad" y por lo tanto, cualquier cosa que comamos podemos tener la seguridad de que no nos afectará a la salud, nos dicen. Pero...  ¿te pide el cuerpo en ocasiones descansar después de comer? ¿te sientes falto de energía cuando llevas una dieta vegetariana?¿te sientes pesado tras una comida de empresa?

Pues bien, la macrobiótica va mucho del efecto de lo que comes en tu cuerpo. Si comes equilibrado, compensando alimentos yin y yang que no sean extremos, provocarás en tu cuerpo una sensación distinta a si comes de cualquier otra forma. Si tomas mucho yin o mucho yang estarás desestabilizando tu organismo al tomar demasiado de un conjunto de alimentos y por lo tanto lo estás poco a poco "intoxicando", y cuando intoxicamos al organismo, comienzan los problemas. Si estás muy yang tu cuerpo comenzará a sufrir las tensiones y sobrecargas en hígado y riñón, retenciones de líquidos, obesidad o problemas circulatorios o respiratorios. En cambio si estás muy yin tu cuerpo se desmineralizará, te darán gases, diarrea, frío en el cuerpo o alergias.

Pero la macrobiótica no se queda en el cuerpo, sino que nos enseña que lo que comemos, al afectar a nuestro organismo, afecta a cada uno de nuestros órganos, entre ellos el cerebro, y con ello a nuestras emociones y pensamientos. Si te alimentas demasiado yin te volverás pasivo, victimista, depresivo, falto de concentración y de vitalidad. Si te alimentas demasiado yang te volverás agresivo, impaciente, controlador, tenso, violento, cerrado e insensible.

Por tanto, cuando te preguntan ¿puedes tomar tomate?¿por qué el tomate es malo? ¿por qué evitas la carne? o te dicen que lo que hablas son tonterías porque nadie se ha muerto por comer patatas, piensas en explicar en qué consiste todo esto, en cómo se afina nuestra maquinaria cual coche de lujo con su aceite especial y sus recambios perfectos. Pero muchas veces tenemos la razón nublada por intereses externos a nosotros que nos inculcan que consumamos, no siendo la comida una excepción, y así es muy difícil entender la realidad. Nos incitan a que probemos los nuevos productos que aparecen en el supermercado cada día, que compremos esos maravillosos alimentos nuevos pensados para nosotros a través de una ingeniería moderna que se adelanta a nuestras necesidades y nos previenen de enfermedades que ellos mismos están provocando. Todos estos alimentos son extremos y por tanto hay que evitarlos para poder tener un organismo sano. Al final todo es mucho más sencillo,  en el equilibrio está la virtud, y la salud.






miércoles, 28 de diciembre de 2011

Receta: El gomasio



Es un condimento rico en calcio y proteínas, muy beneficioso para el sistema nervioso. Su riqueza en sésamo –una semilla que aporta 6 veces más calcio que la leche y 5 veces más hierro que la carne- lo convierte en un aderezo muy completo, con casi un 20% de proteínas. Se trata de una un condimento muy alcalino que, correctamente masticado, beneficia al estómago hiperactivo y/o ácido, y además aporta energía.

Está especialmente indicado para casos de artrosis y osteoporosis por su alto contenido en calcio fácilmente asimilable, y para anémicos por sus vitaminas y minerales.

Para la preparación se recomienda el uso de un suribachi –mortero japonés-, o en su defecto, un mortero común. La razón de usar el suribachi es que éste tiene pliegues en las paredes que permiten que se abra la semilla y salga su germen, mientras que en un mortero común se machacará todo, cáscara y germen.

Recetas básicas de la macrobiótica
El gomasio

Ponemos 7 cucharadas generosas de sésamo crudo en una sartén, y tostamos moviendo un poco las semillas, con el fuego no demasiado fuerte, hasta que empiece a oler a almendras y algunas empiecen a saltar.

Echamos las semillas en el suribachi y machacamos con movimientos en espiral hacia dentro y hacia fuera hasta que el 80% de las semillas estén abiertas.

Tostamos en la misma sartén una cucharada rasa de sal marina sin refinar y añadimos al suribachi.

Seguimos machacando un poco más hasta que la sal penetre en las cáscaras y se mezcle totalmente con las semillas, de forma que queda todo con el tamaño de granos de sal fina.

Esta preparación se puede usar durante una semana aproximadamente (para que siga estando crujiente y fresco), acompañando toda clase de platos. Da un toque muy especial a los cereales.

Una variante, con aún más bajo contenido en sal, se puede hacer con algas wakame. Estará más indicada para hipertensos, enfermos de corazón y personas con retención de líquidos. Se muelen 20 gramos de algas wakame y se tuestan durante 10 minutos, éstas sustituirán a la sal. El resto del procedimiento es igual.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Receta: arroz integral en su punto, y otros cereales



Los cereales o granos integrales son la base de la cocina macrobiótica. La dieta número 7, capaz de depurar el cuerpo y liberarlo de multitud de afecciones, se compone únicamente de granos integrales. Es muy importante cocinarlos correctamente para que nuestro sistema digestivo asimile bien todos sus nutrientes:


- Vitamina B
- Vitamina B2 (sobre todo trigo sarraceno)
- Vitamina B6 (sobre todo arroz integral)
- Vitamina PP (sobre todo arroz integral)
- Vitamina D (sobre todo avena)
- Calcio
- Fósforo
- Magnesio
- Hierro
- Proteínas
- Azúcares de absorción lenta


Recetas básicas de la macrobiótica
El arroz integral

Ingredientes:
Arroz integral (1 vaso)
Agua (2 vasos)
Alga kombu (2 x 10 cm aprox.) (opcional)


Es recomendable lavar muy bien el cereal con agua fría. Cambia el agua 2 o 3 veces hasta que quede limpia y transparente.

En una olla, preferentemente de culo grueso, pon todos los ingredientes, tápala y pon el fuego al máximo.

Cuando la tapa esté tan caliente que queme al tacto, baja el fuego al mínimo y espera de 25 a 30 minutos.

En el momento en que no quede agua, el arroz estará listo. Blando por dentro y sin haberse abierto el grano, justo en su punto. Apaga el fuego y deja que repose 5 minutos antes de verterlo en un recipiente de vidrio o cerámica.


Además del alga, se puede añadir una cucharadita de sal para realzar el sabor e incrementar su alcalinidad.


* Esta receta y proporción de agua sirve también para cocinar quinoa y mijo (aunque en menor tiempo por el tamaño del cereal) y trigo sarraceno. En olla a presión usaremos la misma proporción de agua y cereal, y también ahorraremos algo de tiempo).

domingo, 4 de diciembre de 2011

15 reglas de la alimentación macrobiótica






1. Hay que escuchar al cuerpo, y actuar con la mente. Es importante comer cuando se tenga hambre y beber cuando se tenga sed.


2. No hay que beber durante las comidas. Bebe los líquidos después. Así no se diluyen los jugos gástricos y no entorpecen la digestión.


3. Evita al máximo el azúcar. Obtén el dulzor de las verduras dulces como la zanahoria y la calabaza, o en todo caso de edulcorantes naturales y muy bajos en calorías como la stevia.


4.  Usar sal marina sin refinar. Mientras que esta sal es un alimento natural, completo y fácilmente metabolizable, la sal refinada es un producto extraño y nocivo para el organismo. Lo mismo ocurre con la caña de azúcar y el azúcar refinado.


5. Evita los alimentos trasgénicos y contaminados con colorantes, conservantes, edulcorantes artificiales o los que han sido tratados con insecticidas. Estos aditivos se encuentran en conservas, fiambres, bollería y pastelería industrial, principalmente. Es preferible consumir alimentos con certificado ecológico.


6. Opta por alimentos frescos, de temporada y autóctonos. Las verduras y hortalizas no deben faltar nunca en la despensa. Cada estación ofrece muchas posibilidades.


7. No tomes alimentos muy fríos o muy calientes, provocan malas digestiones.


8. Tenemos que comer de 4 a 6 veces al día dependiendo de nuestras posibilidades. Cuanto menos alimento cada vez y mayor frecuencia, mejor.


9. Recuerda el dicho: "Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo". Además, cena preferentemente 3 horas antes de dormir.


10. Mastica lenta y cuidadosamente. Esto es imprescindible para una buena digestión. Mastica entre 50 y 100 veces cada bocado, así la boca está húmeda y se saliva más, disminuyendo la sensación de sed durante la comida. De esta forma no se necesita tomar líquidos mientras se come, y se come menos.


11. Yin & Yang. El equilibrio de los alimentos se basa a nivel teórico en la compensación de dos fuerzas contrapuestas, la centrífuga y la centrípeta. Explicaremos este punto mucho más en próximas entradas, por su mayor complejidad.


12. Opta por una alimentación que busque equilibrio entre los sabores. Es preferible comer a menudo sabores neutros junto a las hortalizas como arroz integral, trigo, centeno, maíz, cebada, mijo, quinoa, trigo sarraceno, etc. y jugar con los estilos de cocción, los cortes y las formas, para crear una experiencia diferente cada día.


13. Hay que procurar no consumir estimulantes como el café y el té. En su lugar podemos tomar yannoh (café de cereales), o tés japoneses (que tienen poca teína y muchos minerales: té mu, té bancha y té kukicha).


14. Huye del uso del microondas y de los utensilios de cobre, acero inoxidable, aluminio, teflón y plásticos. Intenta usar titanio, hierro fundido, barro resistente al fuego, porcelana, vidrio, instrumentos de madera y silicona de calidad.


15. Evita los nervios y el estrés. Cuando comas, concéntrate en la comida, agradécela y disfrútala.