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Bienvenido al blog de Carmen y Miguel Ángel, donde te contaremos experiencias en nuestro camino hacia la salud a través de la alimentación. Te hablaremos de la macrobiótica, te contaremos cómo preparamos nuestras recetas, te enseñaremos propiedades de algunos alimentos y en general, compartiremos contigo todo aquello que gire en torno a ser más felices a través de esta filosofía de vida.

domingo, 4 de diciembre de 2011

15 reglas de la alimentación macrobiótica






1. Hay que escuchar al cuerpo, y actuar con la mente. Es importante comer cuando se tenga hambre y beber cuando se tenga sed.


2. No hay que beber durante las comidas. Bebe los líquidos después. Así no se diluyen los jugos gástricos y no entorpecen la digestión.


3. Evita al máximo el azúcar. Obtén el dulzor de las verduras dulces como la zanahoria y la calabaza, o en todo caso de edulcorantes naturales y muy bajos en calorías como la stevia.


4.  Usar sal marina sin refinar. Mientras que esta sal es un alimento natural, completo y fácilmente metabolizable, la sal refinada es un producto extraño y nocivo para el organismo. Lo mismo ocurre con la caña de azúcar y el azúcar refinado.


5. Evita los alimentos trasgénicos y contaminados con colorantes, conservantes, edulcorantes artificiales o los que han sido tratados con insecticidas. Estos aditivos se encuentran en conservas, fiambres, bollería y pastelería industrial, principalmente. Es preferible consumir alimentos con certificado ecológico.


6. Opta por alimentos frescos, de temporada y autóctonos. Las verduras y hortalizas no deben faltar nunca en la despensa. Cada estación ofrece muchas posibilidades.


7. No tomes alimentos muy fríos o muy calientes, provocan malas digestiones.


8. Tenemos que comer de 4 a 6 veces al día dependiendo de nuestras posibilidades. Cuanto menos alimento cada vez y mayor frecuencia, mejor.


9. Recuerda el dicho: "Desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo". Además, cena preferentemente 3 horas antes de dormir.


10. Mastica lenta y cuidadosamente. Esto es imprescindible para una buena digestión. Mastica entre 50 y 100 veces cada bocado, así la boca está húmeda y se saliva más, disminuyendo la sensación de sed durante la comida. De esta forma no se necesita tomar líquidos mientras se come, y se come menos.


11. Yin & Yang. El equilibrio de los alimentos se basa a nivel teórico en la compensación de dos fuerzas contrapuestas, la centrífuga y la centrípeta. Explicaremos este punto mucho más en próximas entradas, por su mayor complejidad.


12. Opta por una alimentación que busque equilibrio entre los sabores. Es preferible comer a menudo sabores neutros junto a las hortalizas como arroz integral, trigo, centeno, maíz, cebada, mijo, quinoa, trigo sarraceno, etc. y jugar con los estilos de cocción, los cortes y las formas, para crear una experiencia diferente cada día.


13. Hay que procurar no consumir estimulantes como el café y el té. En su lugar podemos tomar yannoh (café de cereales), o tés japoneses (que tienen poca teína y muchos minerales: té mu, té bancha y té kukicha).


14. Huye del uso del microondas y de los utensilios de cobre, acero inoxidable, aluminio, teflón y plásticos. Intenta usar titanio, hierro fundido, barro resistente al fuego, porcelana, vidrio, instrumentos de madera y silicona de calidad.


15. Evita los nervios y el estrés. Cuando comas, concéntrate en la comida, agradécela y disfrútala.





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