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Bienvenido al blog de Carmen y Miguel Ángel, donde te contaremos experiencias en nuestro camino hacia la salud a través de la alimentación. Te hablaremos de la macrobiótica, te contaremos cómo preparamos nuestras recetas, te enseñaremos propiedades de algunos alimentos y en general, compartiremos contigo todo aquello que gire en torno a ser más felices a través de esta filosofía de vida.

martes, 22 de noviembre de 2011

El amanecer de la voluntad



El primer día que llegamos a Cuisine et Santé tuvimos la suerte de asistir a una charla donde se comentó algo que me resultó muy inquietante y rebelador, algo que comienza con un razonamiento que muchos de vosotros daréis por obvio, pero cuyo desarrollo ya no lo fue tanto. Muchas veces pecamos de que lo sabemos todo, pero en igual proporción o más, pecamos de saber y aun así no actuar de forma coherente con esos conocimientos.


"Toda sustancia que introducimos en nuestro cuerpo afecta a su materia (química). El cuerpo está compuesto de órganos, que están compuestos de esta materia (organismo). El cambio de la materia de nuestro cuerpo afecta a la actividad de sus órganos. Uno de nuestros órganos es el cerebro, sobre el que se sustenta nuestra psique. Por lo que en última instancia, también afecta a nuestra psicología."


Hasta ahí bien. Nuestro plano psicológico se sustenta sobre el órgano del cerebro. Y uno de los procesos psicológicos más importantes para el ser humano es la voluntad. La voluntad es necesaria para hacer cosas, cosas que nos permiten ser libres e independientes. Los alimentos que ingerimos están formados por sustancias que afectan de una forma más o menos directa a nuestra voluntad. Según la macrobiótica, los alimentos que son considerados más "yin", si se toman de forma recurrente, como un hábito, tiene un efecto ralentizador de la actividad de nuestros órganos, y afectan a nuestro cerebro reduciendo nuestra voluntad. Por ello, si queremos ser más libre e independientes, es decir, tener una mayor voluntad, es necesario equilibrar nuestra dieta. Esto se consigue, en este caso, tomando alimentos más "yang".


La mala noticia es que en nuestra alimentación occidental, a diferencia de la de nuestros ancestros, estamos rodeados de alimentos que se consideran extremos yin (son difíciles de contrarrestar), como son todos los que contienen azúcar (dulces, chocolates, alimentos preparados, etc.).


Para mí, el primer paso y el más importante para comenzar en la macrobiótica ha sido renunciar a los azúcares. Si eres capaz de dar este paso con firmeza, estarás ante el amanecer de una voluntad más fuerte.

1 comentario:

  1. Me ha encantado esta entrada!
    Yo voy a intentar dar ese paso..Graciasmil
    lur

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